Marcha Latinoamericana por la No Violencia

Estuvimos en el conversatorio sobre Desarme del cierre de la Marcha Latinoamericana por la No violencia.

En este link es posible ver un conversatorio con destacadísimos agentes de cambio y activistas por el desarme.

Carlos Umaña en una exposición magistral, y siendo parte de los que recibieron el Nobel de la Paz por la firma del TPAN, relató los inmensos esfuerzos desplegados para lograr que este Tratado internacional sea ley internacional.

Dice wikipedia: «El 22 de enero de 2021 entró en vigor el Tratado sobre la prohibición de las armas nucleares (TPAN), el primer instrumento de derecho internacional humanitario que mitiga las consecuencias humanitarias catastróficas causadas por el uso y el ensayo de armas nucleares.»

Mis notas

Nos explicó el médico que a su juicio existen dos amenazas existenciales: el cambio climático y las armas nucleares, que existen 13.100 ojivas y 1.800 de ellas se encuentran en estado de alerta máxima. Nos explicaba que las bombas nucleares son máquinas y su operación puede padecer de accidentes. En este sentido, solamente en Estados Unidos se registran 1000 accidentes en su arsenal y que se registran 7 ocasiones en que CASI CASI se apretaron todos los botones rojos.

La automatización de los procesos abre dos flancos de peligro: el hackeo y los accidentes.

Para los expertos, los accidentes informáticos representan la amenaza más seria de desastre y por ello, afirma que si estamos contando esta historia es por pura suerte.

Nos narró la cifra en el gasto en estas armas que es difícil de retener: Demasiado dinero. Absurdo

Asimismo, nos planteaba que existe un consenso en que la posesión de armas no tiene que ver hoy en día con la seguridad sino con la proyección del poder.

TPAN es el principio del fin de las armas nucleares.

Nos invitaba finalmente al cambio de paradigma.

(No logré mayores notas respecto a los siguientes invitados pero logré rescatar sus testimonios desde la web.)

Sergio Araníbar Araya, chileno. Contó su participación en redes de desarme en razón de haber sido una víctima de una mina antipersonal. Encontramos un testimonio suyo en internet y que puede verse acá.

Juan Carlos Chavarría, por su parte nos habló sobre su Fundación de Transformación en tiempos violentos bajo la idea de transformar armas en arte. Acá puede verse su facebook

De la web de la Fundación hemos encontrado el siguiente texto:

«Ahora, la Fundación Transformación es una entidad que promueve el cambio personal y social de nuestro país y del Mundo, con diferentes proyectos e iniciativas que usan el arte como una herramienta poderosa de generación de conciencia, cambio, oportunidades y transformación social!

Con la Fundación todo ha crecido, los talleres forman parte de un Programa llamado “Arte por el Cambio” y ahora ya el artista no va sólo, si no que hay un grupo de alrededor de 25 voluntarios que le acompañan todas las semanas, trabajando actualmente en 4 centros penitenciarios, con perspectivas a terminar el 2019, trabajando en 8 centros y con el objetivo claro de poder extenderlo a todos los centros penitenciarios del país, en la labor restaurativa y en 4 de las comunidades de riesgo más complicadas del país, con miras a trabajar con 8 comunidades en el corto plazo.

Actualmente, se trabaja con Talleres de Fotografía, Literatura, Música y Pintura y pronto con algunas otras disciplinas artísticas.

Creemos que el trabajo que se debe realizar con los muchachos es multi-disciplinario, por lo que hemos llevado diferentes especialistas que les han dado charlas de motivación y reforzamiento con el fin de mejorar la autoestima, y darles herramientas positivas que provoquen en ellos cambios reales. Es por ello, que hemos creado otro Programa llamado Desarrollo Humano por el Cambio, incluyendo Talleres de Meditación, Yoga, Psicología, etc., en este aspecto hemos venido trabajando de la mano del Colegio Profesional de Psicólogos de Costa Rica, con el fin de establecer un Programa de Voluntariado para que profesionales en psicología trabajen de la mano con todo esto.

Además, de los Programas de Arte por el Cambio y de Desarrollo Humano, hemos llegado a la conclusión de que de nada sirve hacer un gran trabajo a lo interno, motivar y capacitar a la población privada de libertad, si cuando salen no encuentran trabajo y se les cierran todas las puertas… es por ello, que hemos creado un tercer Programa, denominado Empleo por el Cambio, con el cual buscamos generar oportunidades y capacitaciones a lo interno, pero también lograr mediante convenios con empresas privadas, que se les brinden oportunidades laborales, logrando así, una reinserción social exitosa.»

Juan Pablo Lazo Ureta, por mi parte, quise abordar el tema del desarme desde la perspectiva de exhibir una perspectiva de fe, en que está ocurriendo una transformación que implica un cambio de cosmovisión. Estamos transitando desde la cultura de la guerra a la cultura de paz. Estamos siendo movilizados a ello por la gravedad de la crisis que tiene a la Noósfera (esto es al campo mental de la Tierra) aceptando que exista una hoja en blanco en nuestra sociedad y lo mismo parece estar ocurriendo en Perú, Colombia y Ecuador y tantos otros lugares, en virtud de lo cual queremos cambiar el relato.

Este cambio cuestiona la historia oficial en virtud de la cual hubo un descubrimiento, conquista, civilización y progreso por otro en virtud del cual estamos transitando desde una cultura de la guerra impuesta hacia una cosmovisión amorosa que comienza con el fin de todas las guerras.

Para nutrirnos de un nuevo paradigma es útil rescatar y escuchar a los líderes indígenas que pueden transferirnos sus ideas sobre el Origen. En ese Origen, en la Fuente, somos Uno y por tanto somos radicalmente interdependientes. Tu bien, es por lo tanto mi bien.

Ese cambio de paradigma que mencionaron los panelistas corresponde a centrarnos en el Ser. En ese sentido el texto acordado por líderes indígenas de toda América en ceremonia de 4 días, tras 4 años de encuentros, en Varsana, Colombia y que se llama las Naciones Unidas del Espíritu expresa que debemos rescatar y atender las costumbres indígenas y en términos educativos nos sugieren poner al centro el Ser y la convivencia en armonía con todos los seres visibles e invisibles.

Mi hermano y amigo (QEPD) Satya Amrit explicando en la plaza de armas el significado de la bandera de la Paz, con ocasión de la primera marcha mundial por la paz, mientras en el salón alcaldicio los líderes de la Marcha se reunían para recibir el saludo de la autoridad.

Expresé mi alegría por haberme podido sumar en su minuto a la primera marcha mundial por la paz en su paso por Viña del Mar, Santiago y en Punta de Vacas junto a múltiples amistades que llevamos la bandera oficial de la Paz de América.

Hice saber de nuestra disposición en tanto Caravana por la Paz y la Restauración de la Madre Tierra a prestar atención a lo que nos digan los sabios indígenas y en ese sentido nombré otras redes y organizaciones aliadas como el círculo sagrado de abuelas y abuelos de la Madre Tierra; la Nación del quinto sol y Raíces de la Tierra, que responden a la misma motivación: de relevar los testimonios y enseñanzas de los líderes indígenas para poder esbozar una nueva mirada hacia el mundo que acabe con todas las guerras.

Por último, desde los espectadores estuvo quien consultó ¿cómo construir una red poderosa de organizaciones internacional? A esa pregunta hubo varias respuestas.

La mía parafraseó por una parte a una lama tibetana quien exponía que la estrategia perfecta es la sangha perfecta. (Sangha=comunidad) y la comunidad perfecta que se centra en la construcción de una cultura de paz, al decir del maestro Tich Naht Hahn debiese seguir cuatro pasos:

1.- Identificar el motor correcto para la acción que es el afán por erradicar el sufrimiento de todos los seres de todos los reinos. Esto es la compasión y la conexión con nuestro corazón.

2.- Meditar para estar limpio y sano de mente.

3.- Así podremos entablar una conversación desde las palabras correctas y,

4.- Finalmente, podremos actuar en consecuencia con todo lo anterior.

Con esta estrategia de unir a quienes estamos intencionando lograr introducir la cultura de paz en nuestras propias existencias, podremos lograrlo. Reconocemos así que #SomosPaz

Eso nos lleva a Shambhala, la tierra habitada desde la mirada en que somos paz. Shambhala es por tanto, el recuerdo que habitamos el paraíso y que nunca estuvimos separados. El modo directo de volver al Paraíso que existe.

Pude, entretanto, expresar que nuestra Caravana y Rukayün están en el tejido de la red de ecoaldeas y también del movimiento de buen vivir, de permacultura y de quienes ofrecen sus respetos a los líderes ancestrales, como GEN, CASA LATINA, Movimiento de pertmacultura y transición y movimiento por el buen vivir.

 

Abajo pueden verse los flyers sobre la actividad.

Juan Pablo Lazo Ureta

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