Este 11 de Septiembre, más de 80 mujeres iniciadas en el arte del sahumador se dieron a la tarea de realizar una limpieza al Estadio Nacional. Este acto rescata una tradición ancestral y ofrece un símbolo, en un día símbolo, dentro de un lugar símbolo. Hablamos entonces de resignificar la identidad del 11 de Septiembre, del estadio nacional y de la actitud para la evolución a la que estamos convocados.
La tradición del sahumerio tiene distintas vertientes. Básicamente, es un acto de limpieza. Esta vez, fue una limpieza de memoria. El rito creó una serpiente – en un solo cuerpo – que viajó por los rincones de la tortura, de la violación, de lo siniestro y aberrante para sanar. El rezo se multiplicó para abrazar a cada uno y a cada una de los que vivieron esa violencia. Los corazones se expresaron para la paz, para que sanemos y reconstruyamos nuestra historia.
Como testigo y participante, expreso mi admiración por cada una de estas mujeres por tanto coraje y compromiso. Especialmente a las convocantes por su dedicación. Gracias Roxana y gracias Sayén.
El relato lo fundo con palabras de corazón que se expresaron en un caracol que sirvió como centro de torturas: «somos familia». La cura de la memoria nos devuelve el sentido común. El servicio de limpiar las heridas nos permite reconstruir nuestro cuerpo y lo que somos. Nuestra verdadera identidad es infinita e ilimitada. La evolución en curso comienza con la limpieza y continúa en el presente de la vida.
Somos hijos de las estrellas, hijas de la luna, devotos viajeros del espíritu y poetas de la libertad y nuestra familia son todos los seres. Somos Uno.
— Juan Pablo Lazo Ureta

1. Estadio Nacional – Recinto de tortura y exterminio el año 1973. Recinto de limpieza y de servicio el año 2015.

Adentro del dolor se invoca la magia del humo, para llegar a cada rincón de la herida y cura
Album completo con el registro fotográfico de la actividad:

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- Enlace Rukayün / Francia - 24 diciembre, 2024
- Rukayün. - 14 diciembre, 2024