¡Enhorabuena! Propuesta de un foro popular por la Paz.

corazon americano

La Coordinadora pro Bandera de la Paz, es una asociación de seres que comulga en confianza con el hacer y la proactividad de cada uno de nosotros con el encuentro de la Paz y de la realización del Ser.

Tenemos el placer y el honor de presentar y de difundir en nuestra página web una propuesta de Don Alfredo Sfeir Younis para la creación de un Foro Popular por la Paz.

Este es un breve texto,  a la vez que es una propuesta fundamental en los tiempos que vivimos, es también, un texto de estudio para que nuestras organizaciones de base vayan adoptando toda la amplitud de consideraciones que merecen los desafíos de era.

Este es un texto para considerar una fórmula de unificar el vehículo colectivo en sintonía con la propuesta de círculos independientes e interconectados, con la propuesta de nodos de guardianes de semillas y de soberanía y con la propuesta de sumar grandes ideas para los acuerdos fundamentales que requerimos para la idea de Nueva Constitución y de cómo Co-Educarnos para la Evolución.

El nuevo paradigma está superando las estructuras de Gobierno actuales y por ende, miradas como la que representa este texto aquí anunciado se condicen completamente con el verdadero afán que entraña el espíritu del Pacto Roerich que establece la Bandera de la Paz. Dicho Pacto entraña un concepto espiritual y trascendente de la Humanidad y el Cosmos y nos hace protagonistas de una gran epopeya cósmica, a cada uno de nosotros: Cada uno de nosotros y de nosotras está llamado a ponerle newén y color a la vida y a perseverar en lo realmente importante de la vida que es tomar el sendero al Uno, al Amor, a Dios, a Wakantanka, a Ngenechen, a Wiracocha, a Brahma o como queramos llamarle a lo Divino en la Tierra.

La Paz es El Camino. Aprender a dialogar en Paz y para lograr Paz es un imperativo ético y estamos hablando de una emergencia planetaria que supera los conflictos de Colombia y del Medio Oriente y que se encuentra al interior de los hogares, en los estadios, en los colegios, en las oficinas y sobre todo, en la esfera personal.

La Paz es El Camino y parafraseamos a Don Alfredo Sfeir Younis en este sentido acerca del Nuevo Paradigma de Paz que ha de imperar y que ha de abolir el concepto patriarcal dominante:

«Un nuevo paradigma por la paz se apoya en varias dimensiones fundamentales.

La primera es que la paz es un estado del ser y no una “cosa”.  Ella no puede ser comprada en los supermercados.  Por mucho material que se posea, esta no florecerá de este concepto de mercancía.  La paz es un estado del Ser y como tal tiene que ser auto-realizada en nuestro interior.  Por lo tanto un Foro de esta naturaleza debe estar orientado desde su inicio a la autorrealización de la paz en todos los habitantes de nuestra región.  Los ejércitos, gobiernos, guerrillas, etc., no son la fuente de esta paz sustentable e imperecedera.»…

Desde estas páginas consideramos de alta prioridad, asimismo, dotar al gran vehículo colectivo de las herramientas de dialogo creadas bajo este nuevo paradigma y en ese sentido, Dragon Dreaming nos aparece como una metodología clave para el Movimiento de Transición hacia ese nuevo estado del Ser, personal y colectivo.

La propuesta

AMERICA LATINA Y EL CARIBE POR LA PAZ

Introducción
Frecuentemente se dice que América Latina y El Caribe (“nuestra región”) es un continente pacífico.  Sin embargo, para muchos en la región esto no es así, porque viven en conflictos tanto internos a los países, como externos; estos están afectando todo lo que hacen hoy en día, como también sus futuros tanto material como espiritual. 

En encuentros recientes de paz, las personas de nuestra región se muestran cada vez más preocupadas por la falta de paz, tanto individual como colectiva.  La tensión colectiva parece estar subiendo fuertemente, y en particular la que se manifiesta en las ciudades (congestión, desempleo, indiferencia). Esta tensión se ve en la gran incidencia de enfermedades como también en el altísimo consumo correspondiente de barbitúricos.  Es así como la paz individual se siente fragilizada, y todos estamos siendo víctimas del estrés, de la ansiedad, de los suicidios, y de la depresión.  Todos estos estados aparecen en forma cada vez más frecuentes dentro de nuestra región. 

Nuestra paz se está fragilizando rápidamente (o ya está fragilizada), en la medida (a) que existen importantes carreras armamentistas dentro de la región (ver gastos fiscales en armamentos o elementos afines); (b) que la economía y lo social no arrojan el nivel de bienestar con equidad necesario para la mayoría de su población; y (c) que los enfoques tradicionales de paz comienzan a mostrar sus limitaciones inevitables.  A este panorama se le pueden agregar los problemas limítrofes existentes que aún no se han dirimido satisfactoriamente para todas las partes envueltas, y otros desafíos que se insertan en el ámbito de los distintos procesos de crecimiento y transformación a nivel nacional como regional.

La crisis económica que afecta a nuestra región puede acelerar procesos bélicos internos y externos.

No hay duda que hay un elemento ´externo´ (factores externos) a nuestra región que también juega(n) un papel importante, en la medida que vivimos insertados en la globalización, y en tanto cuanto estamos en un mundo sin fronteras en lo económico como en lo institucional, político y social.  Ejemplos de estos problemas externos son el consumo de drogas por parte de los países fuera de la región y de las guerras en que estos mismos países están envueltos en otras regiones del mundo.  La inseguridad humana se contagia en la medida que estamos insertados en un mundo sin fronteras.

Esta inserción en un mundo sin fronteras demanda de un re-pensamiento profundo de las formas tradicionales de bienestar material y espiritual, como de las formas colectivas que los países deben adoptar para mantener, manejar, y hacer crecer (nutrir) la paz en nuestra región.

Ningún sistema económico o político bien llevado, y mayoritariamente compartido, debería crear condiciones para la diseminación de conflictos bélicos o de otra naturaleza.  Sin embargo, muchas personas han comenzado a notar dentro de nuestra región, que los conflictos sociales, que son de caracteres muy antiguos (muchas veces llamados “estructurales”), empiezan a florecer nuevamente, dado que estos no han sido resueltos ni satisfactoriamente, ni en forma sustentable, ya por muchas décadas. Ejemplos que demuestran la patología de este cuadro regional tiene que ver con la pobreza, inequidad, marginalización, destrucción ambiental, e inestabilidad social.

Con un enfoque significativamente diferente, es esencial traer a la agenda regional el tema de la paz y seguridad humana como también la seguridad de todos los seres vivientes (sintientes).  Esta creación o cambio en el énfasis de la agenda regional por la paz no debería necesariamente estar insertado en los organismos institucionales existentes en la medida que ellos mismos han sido parte del problema y no el eje central de la solución. 

Propuesta. Este pequeño documento propone la formación de un Foro Popular Por La Paz En América Latina Y El Caribe (FOPPALC).  Las bases de FOPPALC serán descritas sucintamente más abajo.  La razón principal de una descripción sucinta se debe a que este foro debe ser realmente algo que nace de las bases populares, con mecanismos diferentes,  y nace o debería nacer en forma espontánea y consensual.  Este nacimiento corresponde también a un nuevo concepto de paz.  Y, es por eso, que posiblemente este Foro nacerá de forma distinta a muchas otras formas de agrupación por la paz en nuestra región y en el mundo entero.

Enfoques Tradicionales
Los tratados de Westfalia le dieron autoridad al gobierno nación en los años 1600´s.   Es por eso que tanto los conceptos como los enfoques tradicionales a nivel internacional nacen y se gobiernan por los países (gobiernos).  Y es este enfoque el que hoy limita un trabajo colectivo en un mundo sin fronteras.  En dicho mundo —las entidades gubernamentales como las organizaciones internacionales creadas con el acuerdo de dichos gobiernos— es imposible lograr acuerdos de paz o nutrir los procesos de paz que van más allá de acuerdos tradicionales, tanto a nivel bi-lateral como multilateral. 

Todavía la humanidad entendida como un colectivo en su totalidad No ha llegado a realizar que el total sea mayor que la suma de sus partes.  No tenemos ni queremos aceptar la noción de una sola América Latina, por ejemplo.  Los gobiernos de hoy se sienten agredidos o interferidos por los otros gobiernos.  No hay un apoyo a las instituciones nacientes que poseen carácter colectivo. 

Esto no es solo un problema de nuestra región.  El mundo global tampoco es visto como un colectivo.  Por lo tanto las organizaciones no han sido creadas con un carácter colectivo.  Los países siguen ejerciendo sus intereses particulares.  Sin embargo, para que la globalización tenga un éxito sustentable y no arroje las crisis que estamos viendo diariamente, es necesario que nuestro colectivo sume mucho más que la suma de sus partes.  De lo contrario, alcanzar una paz imperecedera será imposible.

Vale la pena repetir una y mil veces que la característica esencial de este nuevo mundo es su naturaleza colectiva.  Y es en este sentido que debemos crear el “gran vehículo colectivo”.  Esta es una manera de ilustrar la necesidad de instrumentos que nos permitan poner real atención a la creación de riqueza colectiva, al manejo de nuestros acervos colectivos, a la distribución de la riqueza de carácter colectivo, etc.  Ejemplos hay muchos: el recalentamiento de la tierra, la destrucción de la capa de ozono, y la degradación del medioambiente y la diversidad.  Más aun, la paz, seguridad, y estabilidad social son también importantes acervos colectivos.  Los mares, los aires, los espacios, los ríos, las montañas, los minerales, y todos esos recursos, son también de carácter colectivo.  Los animales, pájaros, insectos, etc., son también de carácter colectivo. 

Sin embargo este mundo está gobernado y subordinado por valores y actitudes de tipo individualistas y materialistas.  Individualistas en el sentido tanto de personas como países que actúan como entes independientes y separados del resto de los otros países de la región.

A la base de nuestra forma colectiva de existencia global está el reconocimiento y la autorrealización de todas las formas de interdependencia.  Somos interdependientes entre nosotros los seres humanos.  Somos interdependientes con la naturaleza y todos los seres sintientes.  Y somos interdependientes de nuestras misiones espirituales en la tierra.  Es decir, existe una interdependencia humana, natural y espiritual.

Sabemos que lo que sucede en un país, o en un grupo de países, nos va a afectar a todos.  No hay grandes filtros de un país a otro.  Solo pensemos en la importancia del precio del petróleo o la caída del dólar.  También, pensemos en los impactos de las guerrillas y el contrabando de productos, incluyendo las drogas.

Solamente hay una América Latina y El Caribe.  Es un todo que va mucho más allá que la sumatoria política de sus partes.  Nuestra región como un colectivo es responsabilidad de todos. Las experiencias recientes demuestran que las fronteras geopolíticas ya están mucho más allá de los países meramente fronterizos (vecinos).  Las fronteras, por ejemplo de los Estados Unidos van mucho más allá que Canadá y México.  Lo mismo sucede a todos los países de la región.  En particular, los problemas de la droga y lo que esto significa para la paz individual y colectiva de nuestra región sobrepasa a un país en particular.

Los enfoques tradicionales para la paz de la región y para otras regiones del mundo han fracasado rotundamente.  Solo pensemos en el Medio Oriente.  Una de las razones es la falta de consideración, apoyo y concepción de nuestra naturaleza colectiva.  La falta de construcción de un vehículo colectivo.

Más aun, estos enfoques tradicionales se han apoyado en tres pilares fundamentales: político, militar y económico.  Estos han sido ofrecidos ya sea separadamente o en su conjunto.  Por los resultados que vemos alrededor del mundo como en nuestra propia región, estos pilares no han sido eficaces y necesitan de un reforzamiento fundamental.  A la base del fracaso de estos pilares está tanto el aparato conceptual (cuál es la fuente de paz real), como de los instrumentos para lograr dicha paz. 

Específicamente, ya por muchas décadas, observamos una ausencia total en el paradigma de la paz del individuo y de las dimensiones espirituales de dicha paz.

Las soluciones de hoy han demostrado que no hay correlación ninguna entre un avance económico y paz.  Lo material no crea las condiciones suficientes para estar en paz.  Si fuese así,  los países desarrollados no estarían en guerra o en pie de guerra.  Más aun, dicho enfoque asume que los pobres son `personas o países que están en busca permanente de conflictos bélicos, y esto está muy alejado de la realidad.  ¡A veces es todo lo contrario!

Las soluciones militares y armamentistas no poseen los incentivos para la paz.  Por el contrario, armar a contendores ha significado más conflictos, y conflictos más brutales en relación a víctimas casuales y que están fuera de los canales de los grupos armados.

Las soluciones políticas también han demostrado grandes limitaciones.  Esto no las invalida.  Sin embargo a menos que crezca la consciencia humana colectiva, estos diálogos políticos no serán nunca curativos.  A lo más serán paliativos de muy corto plazo.

Todas estas soluciones se han apoyado en aparatos institucionales débiles, que no tienen mucho de colectivo.

Todo esto llama a un cambio paradigmático fundamental.

Un Nuevo Paradigma Por La Paz
Un nuevo paradigma por la paz se apoya en varias dimensiones fundamentales.

La primera es que la paz es un estado del ser y no una “cosa”.  Ella no puede ser comprada en los supermercados.  Por mucho material que se posea, esta no florecerá de este concepto de mercancía.  La paz es un estado del Ser y como tal tiene que ser auto-realizada en nuestro interior.  Por lo tanto un Foro de esta naturaleza debe estar orientado desde su inicio a la autorrealización de la paz en todos los habitantes de nuestra región.  Los ejércitos, gobiernos, guerrillas, etc., no son la fuente de esta paz sustentable e imperecedera.

La segunda es que la paz en la región depende de la paz interior.  Es la paz interior el fundamento esencial de la paz regional.  No habrá paz regional sin que los miembros de esta región estén en paz consigo mismos.  No hay otra fuente de paz que no sea la paz interior.  El Foro propuesto es un Foro para la creación y alimentación de la paz interior, tanto individual como colectiva.  Y es allí donde los esfuerzos deben ser colocados.

La tercera es que la paz interior necesita de una auto-curación interior y exterior.  Una auto-curación personal como de nuestro medioambiente.  Es decir, hay que sanar tanto al mundo externo (contenedor) como a nosotros mismo (contenido).  Es esencial entender que si no estamos libres de ira interior no es posible que haya paz interior.  Con la misma regla, no es posible que haya paz interior si nuestro mundo externo está totalmente estresado.

La última es que la sanción nace fundamentalmente del silencio y de nuestra capacidad de conocer, crecer, alimentar, agrandar, y desenvolver todos los aspectos de nuestra vida desde ese silencio interior.  Silencio no es estar callado.  Silencio no es dejar de hablar.  Silencio aquí significa una habilidad de conectarnos con la esencia universal de la vida.  Una esencia que es interdependiente, sutil, y organizada.

Es fundamental reconocer al menos ocho dimensiones subyacentes para que haya una paz verdadera y sustentable. 

  • Primero, debemos tener una visión correcta de la paz.  Debemos tener dos consideraciones importantes.  La primera, que fuese referida anteriormente, esta visión será correcta en tanto cuanto aborde la naturaleza colectiva de dicha paz.  La segunda, esta visión debe estar enraizada en el principio que la paz de la región depende de la paz interior de aquellos que viven en esta región.  Por lo tanto, necesitamos una visión correcta.

  • Segundo, necesitamos tener una intención de paz que sea correcta.  Muchas veces los líderes encargados de mantener la paz en los países y en la región no tienen la intención correcta.  Es así, como algunos crean conflictos para ganar poder individual, o para vender armamentos, o para distraer a la población de problemas internos profundos.  Es necesario que la sabiduría que acompaña a la paz tenga la visión y la intención correcta.

  • Tercero, requerimos de un lenguaje pacífico, de un lenguaje de paz.  No se puede proclamar la paz mientras se la trata con un lenguaje violento de guerra.  Un lenguaje correcto, un discurso correcto es esencial.

  • Cuarto, debemos tomar acciones de paz basadas en la visión, intención y lenguaje correctos.  Estas acciones que conducen a la paz son las únicas acciones correctas.

  • Quinto, necesitamos tomar todo lo anterior para acumularlo y transformarlo en un comportamiento de paz.  No podemos crear paz cuando nuestro comportamiento es violento, es no pacífico, es provocador.  No basta una visión, intención, lenguaje y acción, si al final nuestro comportamiento no es correcto y coherente con la paz.

  • Sexto, tenemos que comprender que los esfuerzos por la paz tienen que ser congruentes y simétricos con la situación en la región.  Muchas veces los esfuerzos que hacemos por la paz son realmente mínimos.  Y esto se refiere tanto al logro de la paz externa como a la paz interna.  El esfuerzo debe también ser correcto.

  • Séptimo, debemos aceptar que la paz requiere de una coherencia, atención, meditación a la par con la situación en cuestión.  La paz es un estado del Ser, y como tal, ésta debe ser auto realizada en todas sus formas y en todos sus niveles, incluyendo los más sutiles.

  • Octavo, debemos tener la concentración a un nivel vibracional que permita estar en constante alerta en relación a la paz.  La concentración es esencial y es así como debemos usar los medios de comunicación disponible y las organizaciones de base como las propuestas aquí en esta declaración.

En resumen, este paradigma de la paz está apoyado en una lógica interna que se traduce en esta secuencia cinegética de: paz regional, en función de la paz interior.  Paz interior en función de la auto-cura.  Y, auto-cura en función de la riqueza de nuestro silencio.

Elementos Organizacionales

  1. Habría que divulgar este concepto y no crear instituciones o burocratizar este nuevo paradigma de paz.  Para ello, se debería enfocar la atención colectiva en una campaña de divulgación masiva de este nuevo concepto de paz regional, y dejar a la iniciativa de las personas mismas y no de los gobiernos u otras formas de organización colectiva, el crear y nutrir mecanismos locales o individuales de gestación de esta nueva fórmula de paz.  Quien quiera sumarse a este enfoque organizacional debe ser bienvenido, no con la idea de liderar o de opacar un florecimiento de las bases, sino como una forma de colaborar en la divulgación de este desafío regional.

  2. Habría que establecer contactos con los medios de comunicación escrito como los que están en el ámbito de las radios y canales de televisión.  Este es un paso de alerta y de toma de consciencia colectiva.  Esto sin entrar en definir caminos rígidos y que crean mapas de acciones burocráticas y anquilosadas. 

  3. Habría que hablar con los líderes de la región, que naturalmente van mucho más allá de los gobiernos. 

  4. Habría que crear redes de divulgación concertadas con los pueblos originarios, los líderes espirituales, y tantos otros grupos de capital importancia en torno a la paz regional.

La creación del Foro es un resultado y no el comienzo de este movimiento por la paz en la región.  Será cosa de cada comunidad crear o no crear este Foro, y dirimir los mecanismos de participación en dicho foro.  Esta no es una iniciativa a imponerse desde arriba o que tenga una forma uniforme de operar en el futuro.

Próximas Etapas

  1. Continuar con las meditaciones en silencio por la paz regional. 

  2. Crear un Foro Popular Por La Paz En América Latina Y El Caribe.

  3. Divulgar esta declaración de paz en todos los medios de comunicación.

  4. Crear redes de base para un movimiento popular por la Paz.

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