Círculo de encuentros en Manabú

Este 24 de Noviembre de 2024 acudimos al llamado del Encuentro de Círculos Manabú.

¿Porqué se realizó esta convocatoria?

Centro Manabú está comenzando sus operaciones en un lugar privilegiado en Santiago de Chile y en esta etapa incipiente del Centro existe el anhelo de atraer las claridades acerca del gran propósito de este centro y de las modos de operar.

Quienes nos acercamos a apoyar tenemos el sueño de crear una gran escuela de buen vivir que permita la prosperidad de todas las iniciativas que promueven la sanación y la cura tanto como la regeneración ecosocial, a través de la comprensión de nuestra radical interdependencia con todos los fenómenos o dicho de otro modo, de nuestra verdadera identidad.

¿Qué sucedió en la previa?

Nos fuimos dando cita Martes y Jueves durante varias semanas para lanzar rápidamente un evento que pudiera permitir vernos en equipo y en la acción y también para apoyar a que facilitadores y talleristas se acercaran al espacio, para comenzar a gestar una comunidad de aprendizaje.

Fuimos viendo equipo, voluntad de colaboración y el tamaño del desafío que se viene.

Observamos que el propósito puede comprenderse incipientemente como la promoción de buen vivir y un espíritu de colaboración para la prosperidad de todos los proyectos regenerativos.

Círculo de Encuentros Manabú

Nos presentamos:

Fuimos varios desde la comunidad que escucha a Mamo Lorenzo.

Algunos vinculados al FSI

Un devoto de la Conciencia de Krshna

Facilitadores  y facilitadoras.

Yoguis.

Cantantes de Kirtan.

Fundación La ruta de la Paz.

Educadora.

Tribu de la regeneración.

Govinda llegó desde Curarrehue para asistir al encuentro Visión de Abuelo el día anterior.

Circuló la palabra

Hemos confluido invocando la inteligencia colectiva para percibir juntos lo que emerge. Lo hicimos con diversos momentos devocionales e invocando asistencia desde lo invisible y lo sutil.

Abrimos la instancia mencionando que la actividad constaría de diversos momentos. Nuestras presentaciones, la introducción al momento, encendido del fuego en el altar, rezo, kirtan, sonidoterapia, círculo de palabra, alimento y cierre.

La infraestructura genera un potencial que requiere de claridades y de un equipo para que comience a operar un centro de aprendizaje. Eso significa Manabú.

Declaramos gratitud por el espacio y por esta tecnología tan básica que consiste en invitarnos al respeto en la escucha profunda en círculo. Si esta tecnología es ayudada de un altar en el que sembramos nuestras intenciones a través de la magia que nos prodiga la mama coca… pues, pareciera que eso ayuda a que todo fluya.

Hablamos también de entusiasmo, de sanación y de Pachacutik.

Un sueño para nuestra Fundación La ruta de la Paz es que podamos lograr que Centro Manabú se constituya como un espacio de trabajo colaborativo para empresas, agentes de cambio y organiozaciones sociales que impulsamos una educación para la Paz.

Particularmente, para la Fundación La ruta de la Paz sería de invaluable ayuda poder apoyar desde este Centro emergente a Rukayün, el campo regenerativo de Mallarauco y otros espacios cercanos.

Encendimos el fuego del altar

Llamar la atención

En su momento, recordamos al amigo Claudio ( SolUno ) quien compartió en retiros con la sangha del monje budista Thich Nhat Hahn cuando estuvieron en Chile y cuando el Maestro estaba vivo. Dicha Sangha (o comunidad de práctica) suele tocar la campanilla con frecuencia con la idea de cambiar la forma en que entendemos la idea de «llamarnos la atención». En cada toque de campana buscamos volver a prestarle nuestra atención al presente y observar. Podemos agradecer lo que es, la vida, podernos dar el lujo de respirar tranquilos y con conciencia sobre nuestra realidad: Estamos vivos y tenemos la oportunidad de disfrutar un planeta maravilloso, misterioso y extraordinario. Tenemos ese privvilegio a cada segundo. ¿Qué haremos para disfrutar de ese privilegio? ¿A qué dedicaremos nuestras energías?

En este ejercicio cotidiano y constante, por cierto, la idea es llegar a sostener continuamente nuestra conciencia en el aquí y ahora y nuestra atención vigilante sobre nuestra respiración y dándonos cuenta, nosotros a nosotros sobre ¿quiénes somos? y ¿A qué hemos venido a este mundo?

Cerramos

Nos dimos un momento para retroalimentar la experiencia.

Por cierto, la experiencia estuvo bien. Nos vamos contentos.

Para refinar: Nuestra claridad en la solicitud de reciprocidad.